Los clubes de barrio son mucho más que un espacio deportivo: son la contención social más poderosa que tiene la Ciudad para cuidar a los chicos y alejarlos de las adicciones y la violencia.
Los clubes son el lugar donde se aprende a convivir, a respetar, a perseverar, a pertenecer. Integrar propone fortalecerlos como política pública central, porque detrás de cada club hay una comunidad que se sostiene, se educa y se protege.